El territorio

     

     Cualquiera que pasee por las calles de Pescueza se da cuenta rápidamente de que se trata de un pueblo singular, pues le bastan menos de treinta calles para hacer sentir a cada persona que está paseando por un lugar especial.

    Y es que ya hace más de una década que este pueblo comenzó a luchar contra la despoblación rural. Lo hizo primero con el festivalino (“el festival más pequeño del mundo”) que une teatro, música, cuidado del medio ambiente, tradición y promoción de las costumbres de los pescozanos y pescozanas, en definitiva, una apuesta por la identidad de las zonas rurales. Continuó con una propuesta revolucionaria para un pueblo de sus dimensiones y que demuestra la  implicación de la comunidad con su destino: la permanencia en el entorno, la puesta por vivir y seguir en el pueblo,rompiendo con el modelo de institucionalización de cuidados en residencias de mayores.

    Si nos fijamos en los alrededores, las zonas naturales más características que rodean a Pescueza son las dehesas, un ecosistema único en el mundo y propio de esta zona de la península ibérica. Ovejas, cabras, vacas y cerdos ibéricos constituyen la fauna principal de los alrededores de Pescueza, haciendo que esta tierra tenga un valor incalculable, no solo por lo especial y exclusivo de las dehesas, sino además por la gastronomía que aportan las especies que habitan en ella. 

    Dicho todo esto, la conclusión  es clara, sin duda alguna,la pasión por las personas, la gastronomía y la naturaleza se dan la mano en este rincón extremeño: Pescueza.