El jueves 22 de septiembre, para despedir el verano, nos juntamos en el patio del centro para hacer floretas, uno de los dulces más típicos de Pescueza, que siempre ha sido parte fundamental de los convites de las distintas celebraciones.

   Los más pequeños del pueblo, aunque algunos recordaban haberlas comido alguna vez, decían que nunca habían visto el proceso de hacerlas. Estuvieron muy atentos a cada paso y les encantó cómo quedaron. Alguno incluso dijo que estaban más ricas esta vez que otras veces que las había probado. Y es normal, ya que cuando nos involucramos en algo, disfrutamos más el resultado.

   Agradecemos a todas quienes hicieron las floretas el importante conocimiento que nos han transmitido y afianzado, ya que no solo se trata de una receta, sino de una tradición, con todo lo que eso conlleva. Las tradiciones de nuestro pueblo nos permiten transmitir valores compartidos, recuerdos e historia de una generación a otra. Mantenerlas nos motiva a crear y compartir una identidad colectiva, que a la vez configura nuestra identidad individual.

   ¡Seguiremos haciendo floretas en Pescueza muchos años más!